SEGMENTACIÓN

Nuestra vida se divide en muchas partes. En la sala de meditación nos sentamos en silencio  e intentamos concentrarnos en cada aliento. ¿ Cómo puede influir el tiempo que pasamos sentados sobre el que no lo estamos? Practicar media hora diaria de meditación sentada no solo afecta esa media hora sino a las veinticuatro horas que tiene el día. Una sonrisa, un aliento, puede beneficiar todo el día, no solo ese momento preciso.

Tenemos que ser capaces de sacar la práctica de la meditación de las salas y llevarla a nuestra cotidianidad. ¿ Practicas la respiración entre los timbrazos del teléfono? ¿Sonríes mientras pelas zanahorias? ¿ Practicas la relajación después de una dura jornada de trabajo? Estos son los temas prácticos. 


Cuando sepas cómo  aplicar la meditación a la cena, a la colada, al sueño, penetrará tu vida diaria e incluso provocará efectos sorprendentes en tus relaciones sociales. Las actividades de cada día de cada minuto, de cada hora de tu cotidianidad pueden estar imbuidas de concentración y no ser solo la descripción de algo lejano. 

THICH NHAT HANH



 MEDITACIÓN AL VOLANTE

" Antes de poner el coche en marcha, sé a donde voy. 

El coche y yo somos uno.

Si el coche va deprisa yo voy deprisa. "

" El coche y yo somos uno" . Creemos que somos los dueños y que el coche es solo un instrumento pero no es cierto. Al usar un instrumento o una máquina cambiamos. Un violinista con su violín se convierte en algo muy hermoso; un hombre con una pistola en algo peligroso. Cuando utilizamos el coche somos nosotros con el coche. 

Cuando conducimos no pensamos más que en llegar, por lo tanto es lógico que al toparnos con un semáforo en rojo no nos sintamos felices precisamente. El semáforo en rojo es como un enemigo que nos impide llegar a nuestro destino. Sin embargo , también podemos considerarlo como una campanilla de conciencia que nos recuerda que debemos regresar al presente. La próxima vez que os encontréis con un semáforo en rojo , sonreídle, por favor, y volved a vuestra respiración. " Inspirando tranquilizo mi cuerpo. Espirando sonrío". Es fácil transformar un sentimiento de irritación en un sentimiento placentero. Aunque sea el mismo semáforo en rojo, será distinto. Se habrá convertido en un amigo que os ayudará a recordar que solo podéis vivir vuestras vidas en el presente. 



La próxima vez que estés atascado en un atasco de tráfico no te debatas. Debatirse es inútil. Siéntate y sonríete a ti mismo, con una sonrisa compasiva y cariñosa. Disfruta del presente respirando y sonriendo  y haz que los que van en el coche contigo se sientan felices. Si sabes cómo respirar y sonreír la felicidad está ahí porque la felicidad siempre está a nuestro alcance en el presente. Practicar la meditación es volver al presente para unirse con las flores, el cielo azul y los niños. Podemos ser felices.

( Hacia la paz interior) Thich Nhat Hanh.