MEDITACIÓN AL VOLANTE

" Antes de poner el coche en marcha, sé a donde voy. 

El coche y yo somos uno.

Si el coche va deprisa yo voy deprisa. "

" El coche y yo somos uno" . Creemos que somos los dueños y que el coche es solo un instrumento pero no es cierto. Al usar un instrumento o una máquina cambiamos. Un violinista con su violín se convierte en algo muy hermoso; un hombre con una pistola en algo peligroso. Cuando utilizamos el coche somos nosotros con el coche. 

Cuando conducimos no pensamos más que en llegar, por lo tanto es lógico que al toparnos con un semáforo en rojo no nos sintamos felices precisamente. El semáforo en rojo es como un enemigo que nos impide llegar a nuestro destino. Sin embargo , también podemos considerarlo como una campanilla de conciencia que nos recuerda que debemos regresar al presente. La próxima vez que os encontréis con un semáforo en rojo , sonreídle, por favor, y volved a vuestra respiración. " Inspirando tranquilizo mi cuerpo. Espirando sonrío". Es fácil transformar un sentimiento de irritación en un sentimiento placentero. Aunque sea el mismo semáforo en rojo, será distinto. Se habrá convertido en un amigo que os ayudará a recordar que solo podéis vivir vuestras vidas en el presente. 



La próxima vez que estés atascado en un atasco de tráfico no te debatas. Debatirse es inútil. Siéntate y sonríete a ti mismo, con una sonrisa compasiva y cariñosa. Disfruta del presente respirando y sonriendo  y haz que los que van en el coche contigo se sientan felices. Si sabes cómo respirar y sonreír la felicidad está ahí porque la felicidad siempre está a nuestro alcance en el presente. Practicar la meditación es volver al presente para unirse con las flores, el cielo azul y los niños. Podemos ser felices.

( Hacia la paz interior) Thich Nhat Hanh.


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