Esto es, porque aquello es.

Vamos a visualizar el océano con sus innumerables olas. Imaginad que somos una ola en el océano y que estamos rodeados de muchas, muchísimas olas. Si la ola se observa profundamente a sí misma, descubrirá que está ahí gracias a la presencia de las otras olas. El hecho de elevarse y descender, de crecer y disminuir, depende por entero del estado de las demás. Al observaros a vosotros mismos percibís la totalidad, lo percibís todo y comprendéis que estáis condicionados por cuanto os rodea. 

En las enseñanzas del Buda aprendemos que " esto es, porque aquello es ". " Esto es de esta manera porque aquello es de aquella manera". Es una enseñanza muy sencilla  pero profunda. Como las otras olas existen, esta ola existe. Como las otras olas son de aquella manera, esta ola es de esta manera. Al percibiros a vosotros mismos, percibís el todo. Cuando sois capaces de percibiros profundamente, estáis percibiendo profundamente a los demás y a la otra dimensión, la dimensión de la realidad absoluta. 


Playa de los Arenales, Alicante.

Una ola está hecha de otras olas. Podéis descubrir la relación que existe entre esa ola y las demás con el principio de causa y efecto. Pero hay además otro nivel de relación, y es la realización que existe entre la ola y el agua. La ola es consciente de que está hecha de otras olas y, al mismo tiempo, descubre que también está hecha de agua. Para ella es muy importante percibir el agua, la base de su ser.  Y entonces comprende que las demás olas también están hechas de agua.

Fuente: " Volviendo a casa", Thich Nhat Hanh.

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